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"REGALITO" A PAPÁ



Mamá tuvo más huevos que papá.
No recuerdo en que momento dejó de hacer falta. Ni siquiera recuerdo si alguna vez hizo falta. Ignoro si pasó alguna entrevista para asumir el cargo de papá, o si tuvo que sobornar al destino, o si fue una casualidad que le manchó la vida. Poco o nada recuerdo, o tal vez, prefiero mentir así para no ametrallar palabras de grueso calibre contra quien aportó algunos espermas para mi existencia.

En este día del padre, mamá se lleva todos los aplausos que pueda dar. Nunca me faltó comida, educación y salud porque mamá tuvo las tetas bien puestas para ponerse al hombro a sus dos hijos. Recordar las hazañas de mi madre es inundarme en lágrimas. Desde aquella vez en que aduciendo mi incapacidad para dibujar un pollito, que la maestra del kinder me dejó por tarea, le dije:

-No pello, mamá.
-Tú si puedes - me incentivó.
-No, yo no pello - insistí.

Mamá me miró y con mucha determinación cogió el lapiz y una hoja (porque mamá jamás me hizo la tarea, aplausos para ella).

-Te voy a enseñar como dibujar el pollito en esta hoja y tu vas a ver como lo hago para que tu lo hagas en tu cuaderno - ordenó.

Entonces mamá empezó a dibujar, y mientras lo hacía iba dando indicaciones, y yo, la miraba, miraba sus manos, de vez en cuando me distraía con sus cabellos y sus ojos. Era mi heroína, y tenerla tan cerca salvándome de algo que no podía hacer me hacía amarla más.

-Ahora hazlo tú- ordenó.

Comecé tal cual ella me enseñó, hablando.

-Primero un circulito para la cabecita, luego otro circulito más grande para su cuerpito, después dos rayitas para sus patitas y tres rayitas más pequeñitas en cada patita. Y para terminar su ojito y su piquito. Fin. - lo dije todo con el mismo tono con el que mamá me enseñó.

Y al ver que pude dibujar el pollito miré a mamá con la alegría de quién levanta la copa del Mundial y con mucho entusiasmo dije:

-Mamá si pude.
-Ya vez que si puedes- me dijo- Tu puedes hacer todo- continuó-tu siempre podrás hacer todo lo que te propongas, hijo- y me dió un abrazo.

Y ese abrazo fue la energía que me dura hasta ahora. Ese día el destino murmuró que con mamá sería suficiente. Y desde entonces, lo puedo todo.

Ya no importa cuantas veces haya necesitado a papá, ni cuantos besos en la frente me tiene en deuda. No importa que no haya estado en la tribuna alentándome cuando jugaba al futbol, ni que no me haya felicitado las veces que pude levantar una copa. Ya ni siquiera importa si jamás me felicitó por cada diploma escolar de todos los años, ni por las becas obtenidas, ni por los resultados en los concursos de matemáticas, ni siquiera por el tercer lugar en la olimpiada de matemáticas a nivel metropolitano organizado por Alfa, ni el séptimo lugar a nivel nacional organizado por Trilce. No importa que no haya estado en las actuaciones del colegio, ni siquiera cuando integré el elenco de teatro y actuaba en otros escenarios, no importa que jamás me haya visto haciendo teatro y recibiendo el apluso del público. No importa que no haya llamado a felicitar la vez que ingresé a la universidad en el sexto lugar del cómputo general, a la carrera más difícil de la universidad donde el estudió. Ya casi no importa nada, ni que haya estado en contra de que deje esa universidad para estudiar lo que siempre quise, ingeniería industrial, y no ingeniería civil como lo estaba haciendo. No importa que no haya estado en los mejores momentos, ni siquiera en los peores. Pero hay algo que si me importa mucho. No importa que me haya fallado a mí, me importa mucho que haya fallado a mi hermana, porque a pesar de todo, ella si confió en él mucho más que yo.

Y si de pronto, papá osa visitar mi blog y encuentra esto, le dejo un mensaje: "DEJASTE MUCHOS VACÍOS, PERO TRANQUILO, MAMÁ ES GRANDE Y SUPO PARCHAR VARIOS DE ELLOS. FELIZ DÍA SEÑOR PATRICIO, el cariño es mutuo"

#elEscritorSaleAmatar

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