AÑO NUEVO 2011
Son las doce y la primera rata blanca explota a diez
metros de mi posición. Escucho el sonido de las sartas, los silbadores, las
bombardas, las calaveras, los misiles y demás juguetes pirotécnicos. El cielo
se pinta de colores y la gente se abraza muy emocionada. Un par de vecinos
quemando sus muñecos ignorando la contaminación que van generando a nuestro
ambiente. Todos están felices, pero no sé si porque tuvieron un gran año o porque
esperan tenerlo. Yo me pregunto ¿Qué coño celebran?
Nos encontramos en la terraza de mi tío y mi familia mira
con entusiasmo como se pinta el cielo. Ellos conversan, se ríen y se dan
abrazos. Yo estoy a un lado, como si no estuviese ahí, mirando el cielo, pero
no las luces, mirando el infinito y pensando que puedo celebrar. Me pregunto
¿Perú, qué estamos celebrando? Luego recuerdo que hace un par de días hice un
acto heroico, tal vez lo más importante y difícil que me tocó hacer el año que
se fue. Y es entonces cuando veo el cielo con entusiasmo y comprendo que toda
esta celebración llena de luces se debe a mi acto heroico. Se me hincha el
corazón, palpita a mil por hora y pienso y enseguida cojo
mi celular y escribo: “Niña, mira el cielo, el Perú entero está festejando
nuestra amistad”. Aunque me duele cada vez que lo recuerdo, sé que eres mi
amiga y yo falsamente digo serlo. No se demora en responder y dice: “Sí. Nos
están festejando y este año quiero que sea el mejor y la quiero pasar chévere
contigo amigo. No sabes cuánto esperé para hablarnos. Abu, me conformo con tu
amistad. M e siento feliz”. No sé si me alegró leer su mensaje. No entendí. Fue
como una bala lanzada con intención de rozar la cicatriz que llevo en el pecho.
Fingí, o al menos lo intenté, no tomar en cuenta la frase “Me conformo con tu
amistad” porque no lo entiendo. Tal vez en ese momento se me fue la inspiración
que me dio el cielo. Las ganas de hacer de este artículo uno digno de ser leído
se me cayó al piso. No supe que responder, y no porque no esté seguro de lo que
siento sino porque no comprendo el misterio que guardas en tu corazón. Eres una
loca del carajo y no sé si me di cuenta de eso cuando me fijé en ti o es por
eso que me enamoré. No pienso dedicarte más líneas, sería como ahogarme en el
inmenso océano de amor. Tu bien sabes lo que siento, la pelota queda en tu
cancha.
Llegó el 2011 y este ha de ser un año muy decisivo en mi
vida. He alquilado mi vida y en el contrato queda estipulado que culmina el
ultimo día de febrero con una cláusula que me favorece para alargar el contrato
hasta finales de diciembre. Por ahora creo que he comenzado el año con el pie
derecho. Hoy que es primero de enero tengo a mi lado a la mujer más
extraordinaria de esta galaxia, mi abuela, y eso para un simple mortal es un
tremendo orgullo. Quiero volver a ser la persona ganadora que fui el 2006 y al
parecer mi suerte, mi destino, juega a mi favor: Puente Piedra, mi barrio, mi
paraíso, me vuelve a abrir las puertas.
Todo indica que en marzo volveré a Puente Piedra y de ser
así será con la única misión de ser un gran puto. Ya imagino una tarde de
agosto mirando el cielo puentepedrino y fumándome un porrito para inspirarme un
poema.
Espérenme puentepedrinas, que ya llega este
francotirador. Espérenme porque a Puente Pierda voy para pasarme las tardes
fumándome un porrito, escribiendo, cantando y follando. Joder, alquilar mi vida
me está saliendo caro (al menos para mi diminuta billetera) así que tengo que
disfrutarla al cien por ciento. Yo intenté ser bueno y llevar una vida
moderada, pero el destino me dio una patada en el trasero y comprendí que quien
es sincero y endiosa a su amada termina con el culo roto. Aprendí la lección.
Puente Piedra me espera este 2011 y yo solo espero salir
victorioso en febrero para demostrar que cuando vivo en Puente Piedra se
evidencia mi mejor versión.
A mis amigos solo les pido paciencia, volveremos a
adueñarnos de nuestra esquina y no habrá mujer que pase por ella sin ser víctima
de nuestros piropos.
Espero que este 2011 mi amiga, la que me da cariño y
mucho amor, esté siempre a mi lado, porque gracias a ella he vuelto a quererme
y porque sin su ayuda no hubiese vuelto a confiar en mí.
Ya es las once de la mañana y estoy en “La portada del
sol” un club campestre en Chosica. El sol me está sancochando y los mosquitos
van alistando tenedor y cuchillo para triturarme hasta los huesos. Apenas bajo
de la camioneta de mi tío y un mosquito me hecha ojo y le comenta a su compañero:
“Este es caserito he”. Trato de no desvestirme y solo lo consigo por poco
tiempo. El calor me obliga a meterme al rio con mis primos. Mis piernas blancas
evidencian que hace mucho no uso short. Me olvido de los mosquitos y me
divierto en el rio. Hay mujeres muy lindas. Las miró con cierto disimulo, una
que otra me mira también y compruebo que las chicas miran el trasero de los
varones.
He comenzado bien el 2011, espero terminarlo igual (si
logro alargar el contrato), pero en el caso de que llegue a diciembre sé que
este año será de la refurinfunflay. Y que pase lo que tenga que pasar y que
venga lo que tenga que venir, porque aquí este francotirador está esperando de
brazos abiertos todo lo que le mande el destino azaroso.
PATRICIO MACEDO.
DEDICATORIA:
A mí, porque lo
merezco.
(escrito el:
01-01-2011)
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