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Mostrando entradas de mayo, 2010

SÍ, ESTOY LOCO

Ayer la vi triste, y la quise consolar, Hoy la vi alegre, y no la puedo dejar de amar. Sé que estoy loco, y me podría matar. Pero sé que princesas como esta, en el mundo de los muertos, no pueden estar. Sé que estoy loco, y no la puedo olvidar, Sé que la amo tanto, y que después de esto No podré dejarla de amar. Es su nombre un padrenuestro en mi vida, Es su risa y su voz una gran melodía, Son sus ojos que alumbraron mis días, Son esos mismos que me quitaran la vida. Ella es mi religión, y yo, su fiel devoto. Ella es mi princesa, y yo, su fiel esclavo. Ella es mi gran amor, y yo, su fiel amante. Tu podrás ser todo, mi Sheccid querida, Y yo seré devoto, esclavo y amante Y eso será, para toda la vida. -SERGIO PATRICIO. (05/10/10) 

EL DÍA DE LOS EX ENAMORADOS

Yo la amo, pero no tanto como a mi ex enamorada. Hoy es catorce de febrero y días antes ya la había invitado a salir. Belén, mi enamorada, tiene la piel clara como un copo de nieve, es muy alegre, nada le enoja, tiene un cutis muy fino, una figura que muchas mujeres le envidian, es mayor que yo por seis meses, y lo mejor de todo, está enamorada de mí; o por lo menos eso es lo que me hace creer. Buena carne, ‘promo’, me dijo una vez un amigo de mi promoción secundaria de la escuela.  Tal como lo acordado nos encontramos a las 9:00 am en el paradero del Súper de Covida, para luego irnos a una cevichería muy recomendada por mis amigos, porque para mí, no hay ninguna comida más deliciosa que un buen ceviche picante. Al llegar al paradero, diez minutos antes, me sorprendí al verla ahí, tan puntual y sobre todo más hermosa que nunca. Es que ella es así, muy puntual, como yo no puedo ser. Estaba con un polo blanco, bien escotado, que me dejaba ver el inicio de sus ...

MI ANGELITA DE LA GUARDA

La niña más linda del mundo. No la volví a ver más. Incluso, ya no la había visto hace poco más de un año. Jaime, Memo, y yo solíamos llamarla “colitas” por el peinado que solía llevar. Esas colitas preciosas que, a nadie como a ella, le quedaban tan perfecta, esas que la hacían ver como una princesita. Ella solía llamarse “Sasuke“. Lo recuerdo hondamente porque con tal de hacerla feliz yo la hubiese llamado así por toda la vida. Pero yo, aunque no se lo dije nunca, la consideraba mi angelita. Sí, mi angelita de la guarda. Mi angelita que me cambiaba de humor rápidamente como nunca nadie lo había hecho. A pesar de ser tres años menor que yo, siempre sospeché, y hoy lo con firmé, que era mucho más lista que yo. No la veía hace mucho, pero daba vida a mis recuerdos. La recordaba tierna, alegre y queriéndome a escondidas. Aunque solo conversamos por Messenger, me fui enamorando de ella, mi angelita, la princesita de mis alucinantes e irreales sueños. Le mandé un...