DISPARANDO AL 2015 Tengan cuidado, que cuando uno anda obnubilado huele a rosas hasta la mierda ajena. Hemos terminado el 2015 con vida, y eso ya es un privilegio que no muchos se han podido dar. Pero a pesar que el año pasado no se compara ni en lo más mínimo al grandioso 2013 que tuve, también tuvo sus chispazos de emoción y buen goce. Comenzamos con las inolvidables noches de playa, en busca de inspiración. El verano nocturno 2015 me premió con dos mujeres, las conocí de noche y las perdí entre las oscuridad. No hubo nada, pero pudo haber si yo no fuese tan papanatas y tomaba la decisión. Pero no seguiré avanzando por aquí sin mencionar a ‘K’, con quien pensé compartir el año que dejé, pero por obras del destino e inconsecuencia en sus palabras tuve que declinar mis aspiraciones amorosas. Porque si algo he fortalecido a lo largo de mis años es en alejarme de las personas inconsecuentes, porque las personas que no le dan valor a su propia palabra son incapaces de darle va...
Voy a contarles algunas historias, de esas que no se deberían contar. Voy a escribir lo que dicte el insomnio, lo que susurre el café y lo que inspire la luz de la Luna.