UNA LOCA DEL CARAJO
Apenas
había pasado la navidad cuando la conocí. Cuando me la presentaron la vi como
una niña cualquiera (luego me dijo que no es una niña, que no le gusta que la
llamen así), no le tome la menor importancia más que para asuntos netamente
laborales. Es preciosa y es una niña, lo tenía claro.
Conversábamos
poco, ella trabajaba y la notaba muy optimista, lo cual me llamo la atención.
Entonces las tropas cambiaron de dirección, la puntería de los tanques, fusiles
y metralletas la apuntaban como una nueva víctima de mis historias.Llegó el día 31
de diciembre y al despedirse me dio un abrazo deseándome un mejor año (joder,
¿cómo supo que el año que se va acabando me fue de perros?). Tal vez se me
nota, pensé. Y como ya no es de sorprenderme, el destino juguetón que el azar
me va construyendo, me volvió a encontrar con ella, esa misma noche. Un abrazo
más se sumó a la lista de varios abrazos con ella esa noche. El último fue a
las cero horas, en los primeros segundos de este nuevo año que pinta para no
malgastar. Fue un abrazo de esos que extrañaba tanto, fuertes, a los que
llamamos ‘abrazo de oso’. Gracias Dana, frecuentemente necesito abrazos así
para continuar en pie de lucha y ese día sin darte cuenta me dabas fuerzas para
sonreír.Pasadas las fiesta y las aglomeraciones de gente enloquecida y
envanecida por comprar todo lo que puede, incluso lo que no necesita, tuvimos
mas tiempo para conocernos, conversar, reír y hasta confesarnos algunos asuntos
que no seria fácil contárselo a cualquiera. Mi primera conclusión entonces
llegó: No es una niña cualquiera, es una señorita especial con la cual se puede
soñar sin temor a caer, alguien que te estirará el brazo si caes.
Entonces
emprendí la aventura de conocerla. Recorrí algunos pasajes de su vida. Joder,
no tenia brújula en mano y el tiempo no fue el suficiente para sentirme un
Antonio Raimondi. Pero llegué a conocerla lo suficiente para decir que es una
de las pocas chicas que llegan a sorprenderme, y lo que es mas admirable aun,
que mi mamá opinaba muy bien de ella a pesar de vernos conversando mucho (y con
lo celosa que es mi mami).
Me preguntó que
opino del amor, entonces se me vino a la mente todas las definiciones de los
poetas, la de Bécquer ‘Es hielo abrasador, que quema en los labios y arde en el
corazón’, de Eielson ‘Es el más puro de los sentimientos’, de Carlos Augusto
Salaverry ‘El amor parte de la admiración, lo cual quiere decir que admiramos a
nuestra pareja porque nos hemos dado cuenta que es única. Eso es sentir amor’,
y la que tomé como mi respuesta, la de Ernesto Cardenal (gran poeta
nicaragüense si la memoria no me falla): ‘El amor no se define, solo se siente
y ya’. Uhm, interesante-sentenció.
¿Alguna vez le
has regalado una rosa a alguien?- me crucificó con la pregunta. Sonreí, no
debía tropezar con la pregunta. Solo una vez- respondí, pues creí que debía ser
sincero. Y te regalaría una a ti, pensé y esbocé una leve sonrisa. Se quedo en
silencio por unos segundos, su mirada se perdió por algún pasaje de su vida que desconocía hasta entonces. La miraba (lo hacia cada vez que no se daba cuenta
tratando de encontrarle razones a las sinrazones de la vida. Tranquilo cabrón,
solo son amigos-me decía mientras ella navegaba en el océano de sus recuerdos.
Al poco rato volvió en si, me miro con una leve sonrisa y sin mirarme dijo:
‘Una profesora me dijo que se le regala una rosa a la persona que quieres que
este contigo toda la vida’. Mañana te regalaré una, pensé y volví a sonreír
Tal vez ella pensó que me reía de lo que me dijo, pero la razón de tantas
sonrisas eran porque le respondía mentalmente lo que no podía decírselo, o lo
que con mucha dificultad se lo diría si otro fuese el contexto. Fue entonces
que mi segunda conclusión iba llegando: Si sigo conversando con esta chica
terminaré enamorándome de ella.
Una noche cuya fecha le es esquiva a mi
memoria tuve un sueño que raramente lo recordé al despertarme (es sabido para
las personas que me conocen muy bien que no tengo sueños que contar, mas por
ausencia de sueños y otras pocas veces porque al dar el alba ya no recuerdo los
episodios). Ella fue protagonista en mi sueño, al parecer estudio muy bien su
guión. Fue un sueño raro, alegre. No debí despertar, pensé. Mi tercera
conclusión se abrió paso: ¿Si estuvo en mi sueño podría decir que es la chica
de mis sueños? Sin tomar en cuenta la diferencia del singular y plural y
mandando al demonio las reglas gramaticales y tomando en cuenta la sugerencia
de la Real Academia Española (RAE) que nos permite utilizar cualquier palabra
que tu receptor decodifique correctamente podría decir que efectivamente es la
chica de mis sueños. Es menester esbozar otra leve sonrisa en esta enésima
línea de mi enésimo párrafo.
Un capitulo mas
se iniciaría cuando decidió confesarme que quería estudiar para ser actriz de
teatro (que me disculpe la señora Hildebrandt si incurro en grave error al no
saber el nombre especifico que lleva una persona que dedica su vida al teatro,
si dicho nombre existe). Esta chica es super para conversar, se puede seguir
soñando con ella. Joder, es necesario tener las tetas bien puestas para decidir
eso. Hace mucha falta tener los cojones bien puestos para decidir ser escritor en este mi país al que por
desgracia pertenezco. Y yo no tengo los cojones bien puestos y ciertas
ocasiones tuve duda de conservarlos.
Si yo no pude,
pues mi tarea es convencerla de que ella realice sus sueños, que puede hacerlo,
que nada es imposible y que estaré para apoyarla en todo. Cuarta conclusión a
la vista: Quiero y debo pasar mas tiempo con esta chica, este tipo de chicas me
es saludable.
Un día desapareció, desde entonces solo la he visto una vez mas. Estaba apurada
definiendo los últimos detalles para su fiesta de promoción la ultima vez que
la vi y no pude quitarle mas tiempo. Ya no la vi mas, aun no la vuelvo a ver.
Quisiera hacerlo, reírme con ella. Es saludable. Hacerle recordar que prometió ser la protagonista principal de una novela que culminare si todo va bien a finales de este año. Invitarla a salir, verla feliz y jamás triste como la vi
un día entero.
Me dijo que no
quería enamorarse de nadie. No tengo apuros, pensé y volví a sonreír Si se lo
decía tal vez me dejaría de hablar y con lo bien que la pasaba con ella esa
idea no tenia pies. Pero ya no la veo hace casi tres semanas y me pregunto si
debo ser yo el que le regale esa rosa. No me se responder. Pero tengo algo muy
claro, me gusta conversar con ella, me da esperanzas, me invita a seguir
soñando con el oficio de coleccionar palabras y justamente pensando en ella es que
acabo esta nueva colección de estrofas dictadas por la nostalgia.
Te espero con
los brazos abiertos señorita Villalobos, te espero aquí en mi madriguera, en
esta esquina en la que me escondo del mundo. Espero verte muy pronto, debo
darte un consejo, es urgente.
DEDICATORIA:
A Dana, por las alegrías brindadas y por cumplir de
forma extraordinaria su papel en aquel sueño que no
fui capaz de contar en este articulo.
(Escrito el 26-01-2013)
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