VEINTE
He visto veinte veces al mes de julio, sin que el se
percate de mi existencia. Veinte veces han sido 23 de julio y no me quejo. Han
sido 14 años de cristianismo y los últimos 6 de agnosticismo (no confío ni en
mi sombra pues la vida me enseño a patadas que cuando confías en alguien lo mas
probable es que termines herido cuando te des cuenta que esa persona no era de
fiar como lo creías). Son 6 años también en los que a duras penas voy
construyendo un conjunto de palabras que me ayudan a seguir viviendo, o
sobreviviendo.
El destino me trajo a Huaraz, aun no sé si fue una buena decisión pero sé que estoy con quien más quiero, mi abuela, una mujer única que me quiere mucho y me engríe. No puedo quejarme de estos 20 años que me ha tocado vivir pues a mi alrededor siempre hay personas extraordinarias que a veces no me explico porque tengo tanta suerte de conocerlas; una de ellas es mi hermana, una niña risueña, una loca del carajo a quien siempre querré y a veces por las noches la recuerdo entre lágrimas queriendo darle un abrazo. Mi madre una mujer incansable, que los últimos 20 veinte años se la pasó disfrazándose de mi superhéroe, te quiero mucho mamita, quisiera que hoy me des un abrazo. Mi padre, no sé cuando apareció en mi vida ni cuando se fue, es raro pero creo que la distancia nos ha hecho mejores amigos. Roberto; a veces creo que el destino me lo mando, que se dio cuenta que necesitaba un padre, muchas gracias Roberto por haber llegado a nuestras vidas, no sabes cuánto te extraño.
Pues hemos llegado a los 20 años y no hay vuelta atrás, solo queda seguir escalando. Han pasado 20 años y eso significa haber vivido recién la cuarta parte de lo que vivió mi maestro de vida el señor Carmelo a quien siempre lo llevare en mi recuerdo.
El año que paso no fue tan bueno solo espero que el que se me viene sea mejor, no he sido yo me he sentido usurpado por un ser al que no conozco. Y en las velas imaginarias que en estos momentos soplaré, mi deseo lo grito al cielo: QUIERO REGRESAR A LIMA LO MAS PRONTO POSIBLE.
El destino me trajo a Huaraz, aun no sé si fue una buena decisión pero sé que estoy con quien más quiero, mi abuela, una mujer única que me quiere mucho y me engríe. No puedo quejarme de estos 20 años que me ha tocado vivir pues a mi alrededor siempre hay personas extraordinarias que a veces no me explico porque tengo tanta suerte de conocerlas; una de ellas es mi hermana, una niña risueña, una loca del carajo a quien siempre querré y a veces por las noches la recuerdo entre lágrimas queriendo darle un abrazo. Mi madre una mujer incansable, que los últimos 20 veinte años se la pasó disfrazándose de mi superhéroe, te quiero mucho mamita, quisiera que hoy me des un abrazo. Mi padre, no sé cuando apareció en mi vida ni cuando se fue, es raro pero creo que la distancia nos ha hecho mejores amigos. Roberto; a veces creo que el destino me lo mando, que se dio cuenta que necesitaba un padre, muchas gracias Roberto por haber llegado a nuestras vidas, no sabes cuánto te extraño.
Pues hemos llegado a los 20 años y no hay vuelta atrás, solo queda seguir escalando. Han pasado 20 años y eso significa haber vivido recién la cuarta parte de lo que vivió mi maestro de vida el señor Carmelo a quien siempre lo llevare en mi recuerdo.
El año que paso no fue tan bueno solo espero que el que se me viene sea mejor, no he sido yo me he sentido usurpado por un ser al que no conozco. Y en las velas imaginarias que en estos momentos soplaré, mi deseo lo grito al cielo: QUIERO REGRESAR A LIMA LO MAS PRONTO POSIBLE.
PATRICIO MACEDO.
DEDICATORIA:
a mi mismo, aunque no lo merezca.
a mi mismo, aunque no lo merezca.
Comentarios
Publicar un comentario